
Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA
EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.
El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió: ”Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo”.
& Reciclado
merr
4 comentarios:
Gracias por compartir tan bonita historia. Saludos. Melba
Preciosa leyenda y como tal deberíamos aplicárnosla, pero no siempre somos capaces de escribir en la arena o en la piedra.
Gracias.
Saludos.
La leyenda que has sacado de tu baúl es muy bonita. Sigue recordando cosas y escribiendo con el buril de tu presencia. Gracias.
Gracias por compartirla con nosotros. En efecto, deberíamos ponerla todos en la cabecera de la cama y cada día leerla. Así aprenderíamos a escribir qué en cada medio. Besotes.
Publicar un comentario