Bienvenido amigo, bienvenida amiga... En este blog no existen las fronteras, ni las diferencias,...

Bienvenido amigo, bienvenida amiga... En este blog no existen las fronteras, ni las diferencias,...
Nicaragua, Argentina, España, Panamá, Chile, Perú, México, ...

martes, 30 de enero de 2007

He visto un perro seguirme por la calle. Pobre perro solitario con hambre de carne y de caricias.
Me acompañó unas cuadras, con su mirada tierna, con un pedido en sus ojos: llévame.
Una caricia, un trozo de carne encontrado, le dí.
Pero en sus ojos dulces pedía: llévame.
No pude más que acomodarlo en un rincón, entre unos cartones, donde se acostó, y ahí quedó.
No pude llevarte, pues me hubiera gustado. Como no puedo llevar a tantos niños que piden lo mismo por la calle: lugar, amor.
Sé, que en algún momento, alguien de corazón más grande, podrá llevar niños y perros, perros y niños abandonados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy conmovedora historia, Eduardo.

Conral dijo...

Tengamos corazones grandes no para llevarnos niños o perros a nuestra casa, sino para NO abandonarlos. Qué historia más triste, Eduardo, y qué pena que esto siga ocurriendo en el siglo XXI.
Un abrazo.