El archipiélago de las islas Cíes está formado por tres islas principales: la isla del Norte o de Monte Agudo, la isla del Monte Faro, o Centro y la isla Sur o San Martiño, y otros pequeños islotes. La superficie total del parque natural protegido es de más de 3000 hectáreas.
Las islas del Faro y Monte Agudo están unidas entre sí por una lengua de arena y una laguna natural llamada Lago de los Niños. Estas dos islas son las únicas que están comunicadas con Vigo mediante un servicio de línea regular de barcos de pasaje que funciona de junio a septiembre y en Semana Santa.
Este archipiélago - situado en la boca de la Ría de Vigo a 15 kilómetros de la ciudad-, fue declarado Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las islas Atlánticas de Galicia en el año 2002.
Las Cíes son llamadas "islas de los dioses" desde la antigüedad. Un clima cálido y una escasa precipitación anual ( la mitad que en Vigo ciudad) las convierten en un paraíso de la vertiente atlántica.
Las islas - no habitadas - conservan su belleza natural. Se puede hacer senderismo por las rutas señaladas por sus bosques y montes con visitas a observatorios ornitológicos, faros marítimos, restos arqueológicos, miradores de belleza indescriptible y nueve playas de finísima y blanca arena con aguas cristalinas, una de ellas reservada para el nudismo, y otras tantas calas perdidas.
Las islas del Faro y Monte Agudo están unidas entre sí por una lengua de arena y una laguna natural llamada Lago de los Niños. Estas dos islas son las únicas que están comunicadas con Vigo mediante un servicio de línea regular de barcos de pasaje que funciona de junio a septiembre y en Semana Santa.
Este archipiélago - situado en la boca de la Ría de Vigo a 15 kilómetros de la ciudad-, fue declarado Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las islas Atlánticas de Galicia en el año 2002.
Las Cíes son llamadas "islas de los dioses" desde la antigüedad. Un clima cálido y una escasa precipitación anual ( la mitad que en Vigo ciudad) las convierten en un paraíso de la vertiente atlántica.
Las islas - no habitadas - conservan su belleza natural. Se puede hacer senderismo por las rutas señaladas por sus bosques y montes con visitas a observatorios ornitológicos, faros marítimos, restos arqueológicos, miradores de belleza indescriptible y nueve playas de finísima y blanca arena con aguas cristalinas, una de ellas reservada para el nudismo, y otras tantas calas perdidas.
ISLA DE LOS DIOSES
En la alborada...
-recostada sobre los azules-
un trozo de las entrañas
de los fondos,
“regalo de Los Dioses”.
Colinas al cielo,
sinuosas, insinuantes...
bañadas,
por las primeras luces
de la amanecida,
desperezándose,
todavía desnuda.
En su Jardín de Venus...
el aroma de sus verdes,
y el canto de los pájaros,
“mensajes de caracola”
-revoloteo de mariposas-
Y por detrás...
su sombra se pierde...
más allá.
Custodiándola,
cual ejército alerta...
barquitos,
con los mástiles erectos
y sus velas al viento...
1 comentario:
Muy bueno Javi, Gracias por esto.
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