Divorciadas las imágenes
y el lomo limpio del hombre
queda huérfano de su estado,
de sus brazos cerrados;
los ojos se transforman
en rojas lunas...
en sueños de sangre...
para volverse coaguladas
como la esperanza de Dios,
así, los labios resisten
el corte de la piel
de los besos que escapan
sobre la fronda de la boca.
Las máscaras cubren lágrimas
donde las galerías están vacías.
Y los ruidos aturden las mañanas.
Y yo no puedo visualizar tu cuerpo.
De: "Confesiones de cantina"
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1 comentario:
Muy buen poema para hablar de la embriaguez. ¿Por qué hay que beber tanto? ¿Por qué buscamos en el alcohol ese estado que nos parece tan maravilloso y que igualmente se siente estando con la persona amada? Sí, estoy convencida. Mi voto va para el amor.
Un saludo!
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