Diariamente algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 40 reales y otra de menor tamaño, pero de 200 reales.
Él siempre cogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió:
- Lo sé, no soy tan tonto, vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguito acaba y no voy a ganar más mi moneda.
Esta historia podría acabar aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar algunas moralejas:
- Una: Quien parece tonto, no siempre lo es.
- Otra: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
♥
3 comentarios:
Muy bueno, sí señora. Se podría discutir mucho sobre el tema, incluso decir que no está uno de acuerdo, pero en definitiva terminaríamos diciendo que "lo que importa no es lo que piensan los demás, sino lo que pensamos de nosotros mismos", jeje. Muchas grandes fortunas se han formado céntimo a céntimo...
Gracias, Melba.
Un abrazo.
Bonita e instructiva historia. Gracias, Melba.
ultimamente pienso que lo mas valioso que tenemos el ser humano es la inteligencia y "la sensibilidad" para poder ir al meollo y conclusionar y "tu lo has hecho" todo lo contrario que irse o quedarse por las ramas, un beso indita, Javier
Publicar un comentario