Bienvenido amigo, bienvenida amiga... En este blog no existen las fronteras, ni las diferencias,...

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sábado, 27 de agosto de 2011

Nuestros amigos

(Esta foto la hice ayer en el camino de vuelta a casa, a las siete de la tarde.)


Hacía mucho tiempo que no publicaba nada en este blog. La verdad es que no se me ocurría qué poner. Pero, mira por dónde, casualidades de la vida, hoy encontré algo en mi correo que, nada más leerlo, decidí que tenía que traerlo a este espacio porque era el lugar adecuado para guardarlo, en las estrellas...

El correo me lo envió un amigo virtual, pero real, Juan A. Galindo, gran pintor y gran persona y en él me adjuntó este poema, atribuido a J.L Borges (aunque hay quien dice que es un poema de autor desconocido). Sea quien sea el autor es un precioso poema, que me ha encantado y que creo dice grandes verdades.
Leedlo despacio y decidme si no es verdad.

Gracias, Juan A. por el poema y por tu amistad.


Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices
por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado,
viendo muchas lunas pasar,

mas otras apenas vemos entre un paso y otro.
A todas las llamamos amigos
y hay muchas clases de ellos.


Tal vez cada hoja de un árbol
caracteriza uno de nuestros amigos.

El primero que nace del brote
es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá,

que nos muestra lo que es la vida.

Después vienen los amigos hermanos,
con quienes dividimos nuestro espacio
para que puedan florecer como nosotros.

Pasamos a conocer a toda la familia de hojas
a quienes respetamos y deseamos el bien.

Mas el destino nos presenta a otros amigos,
los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.

A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón.
Son sinceros, son verdaderos.

Saben cuando no estamos bien,
saben lo que nos hace feliz.

Y a veces uno de esos amigos del alma
estalla en nuestro corazón
y entonces es llamado un amigo enamorado.
Ese da brillo a nuestros ojos,
música a nuestros labios,
saltos a nuestros pies.

Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo,
tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas.
Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro,
durante el tiempo que estamos cerca.

Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes,
aquellos que están en la punta de las ramas
y que cuando el viento sopla
siempre aparecen entre una hoja y otra.


El tiempo pasa, el verano se va,
el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas,
algunas nacen en otro verano
y otras permanecen por muchas estaciones.

Pero lo que nos deja más felices
es que las que cayeron continúan cerca,

alimentando nuestra raíz con alegría.
Son recuerdos de momentos maravillosos
de cuando se cruzaron en nuestro camino.


Te deseo, hoja de mi árbol,
paz, amor, salud, suerte y prosperidad.

Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única.

Siempre deja un poco de sí
y se lleva un poco de nosotros.


Habrá los que se llevarán mucho,
pero no habrán de los que no nos dejarán nada.

Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida

y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.




5 comentarios:

Sabela dijo...

Mereció la pena esperar, la foto es preciosa, a mi que me gusta mirar al cielo y contemplar las nubes, encuentro en éstas la realidad de las que veo nada más que, con levantar la vista.
El poema es precioso, para leer y releer, desmenuzando todo lo que las palabras nos dicen.
Muchas gracias Conchi, por compartir ambas cosas.
Abrazos.

rosa mis vivencias dijo...

Conchi, creo que has echo una magistral entrada con este poema, muy cierto todo lo que dice, no podríamos imaginarnos la vida sin amigos, cada uno de ellos tienen un sitio en nuestro corazón, que cuidamos y mimamos para mantener viva la amistad.
No conocía este poema, gracias por compartirlo.
Un abrazo.
Rosa.

Piedad dijo...

Conchi, mereció la pena leerlo. Yo no lo conocía pero cuánta verdad dice... Como tú dices, hay que leerlo despacio y saborear sus palabras y el sentido que en ellas se encierra.
Gracias por compartirlo.
Aquí queda una hoja de ese árbol, permanente a todas las estaciones del año hasta que caiga seca...

Abrazos.

reser dijo...

Hola Conchi. ¡Que bonita poesía!! Estoy de acuerdo que la amistad es un bien muy apreciado. Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Hay amigos que aunque estén lejos y tiempo sin verse siempre esta dentro de ellos la llama de la amistad encendida ,como esta tan viva que tienes en esta pagina.
Un fuerte abrazo.
Roser

Sabela dijo...

Me gusta pasarme por aquí, es atrayente el nombre del blog e interesante el contenido, ¿por qué está en silencio?...
Abrazos.