Si mis manos de frío se secaran
y el corazón ya seco y sin latido
fuera polvo mortal,
arista abolida
que nadie habitaría,
tendría puestos mis besos
ante el incendio del sol
con la leve convulsión que te lloraría.
Si el cielo sin soporte estaría
mis manos volarían por tus cielos,
por donde amar no sería prohibido
ni sería un pecado sin vida
y así me volvería
palabra incógnita por tu amor.
Si tu risa fuera solo mía,
estaría esta sentencia
ante tus brazos,
hijos de los brazos míos
que sostiene mi fe,
y tuyo eterno descansaría.
De: "Ecos del Silencio"
2 comentarios:
Seas bienvenido. Y, el poema fantástico. Gracias por colaborar con todos nosotros y compartir sentimientos.
Besotes.
Como es el silencio... que sus ecos traspasan vidas...
Gracias por tus palabras en mis versos
Estos tuyos llevan ecos maravillosos...
Un saludo
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