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Nos maravillaríamos seguramente...
si pudiéramos ver el mundo
desde la mirada de un niño.
Luchando contra guerrilleros imaginarios
y siempre venciendo en la batalla
-haciéndose amigo de los contrarios-
en vez de someterlos y hacerles sus esclavos;
y sus palacios y casitas
¿quién se atrevería a decir que son de mentira?
Enfrascados en sus sueños
de alta cinematografía.
Qué envidia me dan...
-lo fácil que es conseguir la felicidad.
Y mientras tanto nosotros
no sabemos conseguir la paz,
ni el orden mundial
y la ambición nos ciega
sólo queremos más y más y más...
No sabemos soñar,
nos hemos olvidado de jugar.
Javier Eguílaz
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5 comentarios:
Buen poema, Javier, como buena es la reflexión que haces. Nos hacemos mayores y lo perdemos todo. Es una pena. Y lo peor es que nos hacemos daño.
Yo quiero seguir soñando.
Un abrazo.
Escelente Javi. No debemos olvidarnos de mirar como niños.
Un abrazo amigo.
soñando voy, soñando vengo y por el camino me entretengo. La falta de maldad de un niño, su imaginación, la naturalidad, la sencillez, su espóntaneidad, me hacen alucinar. Gracias, un beso conchi, un abrazo edu, !a seguir soñando!
Ahora si ,el anterior se me trabó:
Javier me encantó tu poema.Efectivamente, el mundo sería precioso si todos fuésemos un poco más niños ,si lograramos reconciliarnos con nuestro niño interior ...el mundo sería otra cosa.
Más seguro y amable ,mágico y lleno de sonrisas.
Un abrazo!!!
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